FotoPL: Ileana Piñeiro
En su sede parisina, el ente multilateral instaló este martes cuatro jornadas de debates para propiciar el consenso entre los Estados miembros sobre una adaptación de la Recomendación a los nuevos tiempos, con retos que incluyen la consecución del desarrollo sostenible.
Consideramos muy importante la participación de Cuba en el proceso de revisión y actualización, porque las principales líneas y enfoques de la Recomendación de 1974 están en sintonía con las posiciones que defiende la isla de una educación inclusiva y para toda vida, explicó Mc Pherson a Prensa Latina.
De acuerdo con la funcionaria del Ministerio de Educación, también hay coincidencia en elementos como la formación integral de las nuevas generaciones, el desarrollo de la personalidad, los derechos humanos, la ciudadanía global y el desarrollo sostenible, los cuales –recordó- constituyen prioridades de la nación antillana.
Asimismo, este proceso aporta a la preparación en Cuba de una nueva Ley de Educación y a temas de dirección, señaló.
La especialista cubana precisó además que la isla participó en consultas enmarcadas en la actualización por la Unesco de su Recomendación de 1974, lo que permitió elaborar un reporte sobre la integración de las metas del desarrollo sostenible a los objetivos estratégicos nacionales.
Mc Pherson manifestó que la mayor de las Antillas ha realizado propuestas, las cuales abarcan áreas que van desde la historia hasta los conceptos de la educación transformadora y la educación para el desarrollo sostenible.
En sus declaraciones a Prensa Latina, la delegada calificó de enriquecedor y provechoso el proceso en curso, que busca someter a la Conferencia General de la Unesco, a finales del año, una propuesta de actualización de la Recomendación.
La iniciativa representó hace casi cinco décadas un elemento revolucionario e innovador, al considerar la educación inspirada en la Carta de las Naciones Unidas, el Acta constitutiva de la Unesco y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
De igual manera, abogó por una dimensión internacional y una perspectiva mundial de la educación, bajo el respeto a todos los pueblos, sus civilizaciones, valores y modos de vida, la solidaridad y la cooperación.
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