En una nueva batalla parlamentaria, el oficialismo logró una pequeña victoria, al suprimir de la iniciativa promovida por el grupo opositor Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT) el elemento central defendido por los detractores de la reforma, quienes pretenden dejar en 62 años la edad de jubilación.
Los diputados del bloque de la izquierda en la Asamblea Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) se retiraron de la Comisión en señal de protesta por la decisión de no permitirles presentar enmiendas.
De esta manera, el proyecto introducido por LIOT entrará el 8 de junio en la cámara baja para su votación sin el principal artículo que motivó su creación.
Para la mayoría de los partidos opositores y los sindicatos, esta iniciativa representa la última oportunidad de frenar la entrada en vigor en septiembre de la reforma de la jubilación, promulgada el mes pasado por el presidente Emmanuel Macron.
El camino que tienen ahora los defensores del texto de LIOT es impulsar una enmienda que recupere el artículo que deroga la extensión de la edad de retiro a 64 años.
Sin embargo, esta maniobra encontraría una respuesta ya adelantada por el oficialismo, recurrir al artículo 40 de la Constitución, que señala que una ley emanada de los parlamentarios no puede degradar las finanzas públicas.
El argumento del Gobierno se basa en que la reforma de la jubilación aportará a Francia 18 mil millones de euros en los próximos años.
Todo parece indicar que vendrán días tensos, y comienza a manejarse que la oposición podría internar nuevamente derrocar a la primera ministra Élisabeth Borne con una moción de censura en la Asamblea Nacional, donde un recurso de ese tipo ya quedó a solo nueve votos de triunfar en marzo.
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