Según el sondeo del instituto Elabe para el canal BFM TV, cuatro de cada 10 entrevistados se mostraron bien molestos por la norma que extiende la edad de retiro de 62 a 64 años, y apenas uno de cada 10 expresó su apoyo categórico a la misma.
A mediados de abril, cuando el jefe de Estado firmó la reforma, el 69 por ciento la rechazaba, en un contexto marcado entonces por recurrentes movilizaciones y huelgas convocadas por los sindicatos.
El tema de la polémica iniciativa volvió a cobrar fuerza en los últimos días, por el proyecto de ley que promueve en la Asamblea Nacional el grupo parlamentario Libertades, Independientes, Ultramar y Territorios (LIOT) para derogar la norma antes de que entre en vigor el 1 de septiembre.
La propuesta sufrió hoy un fracaso en la comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea, que eliminó del texto su artículo 1, dirigido a evitar la extensión de la edad de retiro a 64 años, pero este pudiera regresar en forma de enmienda en la votación prevista en la cámara baja el 8 de junio.
De acuerdo con la encuesta de Elabe, el 71 por ciento de los franceses desea que el proyecto de LIOT se someta a votación en el Hemiciclo, y el 61 apoya que triunfe para derogar la reforma de la jubilación.
Sin embargo, el Gobierno está dispuesto a recurrir a recursos que eviten el naufragio de la ya promulgada ley.
En ese sentido, voceros oficialistas advierten que al amparo del artículo 40 de la Constitución, ninguna iniciativa parlamentaria puede degradar las finanzas públicas, y la reforma aportará a Francia 18 mil millones de euros en los próximos años.
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