Por su parte Albin Kurti, primer ministro de ese territorio, autoproclamado independiente en 2008, defendió la legitimidad de los nuevos cargos, pese a que la participación en las elecciones no llegó al 3,5 por ciento.
Días atrás Vucic puso al Ejército en máxima alerta de combate y ordenó el desplazamiento con urgencia hacia la línea administrativa con Kosovo y Metojia.
Belgrado y Pristina terminaron sin acuerdos concretos y después de 12 horas de negociaciones en Ocrida, Macedonia del Norte, una ronda de diálogos sobre un plan propuesto por la Unión Europea (UE).
Entonces Vucic dijo que solo se acordó con el líder kosovar un plan de implementación y que los puntos del arreglo formarán parte del marco de negociaciones.
De su lado, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, envió señales mixtas sobre los diálogos, al indicar que se alcanzó un marco para ejecutar el plan, no así la ruta hacia la normalización de relaciones.
La propuesta europea incluye que Serbia reconocerá los pasaportes, las matrículas de vehículos y los documentos aduaneros de Kosovo, mientras que Pristina garantizará institucionalmente los derechos de los serbios que viven en ese territorio.
Esa antigua provincia serbia, poblada mayoritariamente por albaneses, proclamó en 2008 su independencia, desconocida por Belgrado y gran parte de la comunidad internacional.
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