El coordinador del Grupo empresarial Tabacuba, Osvaldo Santana, dijo a Prensa Latina que más de 13 mil toneladas de la hoja permanecen a buen resguardo en depósitos y escogidas diseminados por la región.
La cifra es la sumatoria de parte de lo aportado en la anterior campaña y alrededor del 70 por ciento de la recién concluida en la que se plantaron unas cinco mil 300 hectáreas. Para ello disponemos de lonas y mantas que contrarrestan la acción de las aguas, agregó.
En los campos, 102 hectáreas están cubiertas con la solanácea dado el inicio tardío de las siembras como consecuencia de los daños que el huracán Ian, con categoría tres en la escala Saffir Simpson, provocara a la estructura tabacalera de esa provincia.
Esas áreas se ubican en los municipios de Pinar del Río, San Juan y Martínez, San Luis y Consolación del Sur, que conforman el macizo tabacalero de Vueltabajo, especificó Santana.
De ahí que entre las medidas más urgentes estén las acciones de drenaje de los suelos; el traslado de los cujes hacia los sitios más altos de las casas de cura natural; el cierre de puertas y ventanas para evitar no solo la penetración de las aguas y el incremento de la humedad relativa en su interior.
Muchos vegueros retoman prácticas ancestrales como adicionar una fuente de calor (carbón vegetal) en el interior de las casas dedicadas a la cura natural de la hoja. Así evitan la pudrición porque en ellas la humedad relativa no puede sobrepasar el 19 por ciento, explicó el coordinador de Tabacuba.
Sin embargo, las lluvias que acompañan al sistema tropical podrían beneficiar las fuentes de abasto de agua especialmente en zonas del occidente y norte donde la sequía ha sido severa.
El tabaco constituye el principal renglón económico de la occidental provincia de Pinar del Río que aporta alrededor del 70 por ciento a la producción nacional, toda la tripa y el capote necesarios para la elaboración de los afamados habanos.
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