La Comisión de Relaciones Internacionales del ente legislativo, condenó con firmeza la persistencia de esta acusación que, unida a la injusta inclusión de Cuba en la lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo, contribuye a reforzar aún más el criminal bloqueo económico, financiero y comercial que incrementa las privaciones del pueblo cubano.
La permanencia, por razones políticas, de la isla antillana en esa lista- en detrimento de su desempeño ejemplar en esta materia-, pone en tela de juicio el supuesto compromiso de La Casa Blanca en la lucha contra este flagelo, refiere el pronunciamiento, publicado en portal de Tiwtter del parlamento cubano.
Las acciones punitivas resultantes de esta arbitraria e injustificada medida han provocado un importante incremento del número de bancos en terceros países que, por el temor a represalias del Gobierno de Estados Unidos, han suspendido sus operaciones con Cuba, incluyendo las transferencias para las compras de alimentos, medicamentos, combustible, piezas de repuesto para el sistema energético nacional y otros bienes para la población, refiere el documento.
Ejemplifica el texto que sólo en el sector de la salud, no se han podido alcanzar los niveles de producción del cuadro básico de medicamentos del país, debido a la imposibilidad de efectuar pagos para la obtención de materias primas e insumos necesarios.
Añade la declaración que las medidas coercitivas norteamericanas acentúan las dificultades para acceder a tecnologías médicas con más de un 10% de componentes estadounidenses, esenciales para el tratamiento de nuestro pueblo, y se incrementa la necesidad de recurrir a rutas de transporte alternativas con un elevado costo adicional.
La comisión de Relaciones Internacionales del parlamento cubano revela la contradicción del presunto señalamiento a Cuba de que no coopera con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, «cuando existen ejemplos concretos de cooperación entre autoridades cubanas y estadounidenses para enfrentarlo en el marco de instrumentos bilaterales vigentes y al amparo del Derecho Internacional».
El pronunciamiento reitera el llamado al congreso estadounidense a escuchar el sentir mayoritario de amplios sectores de su sociedad que abogan por el fin de esta política y promueven lazos mutuamente beneficiosos; por otro, el documento exhorta a los parlamentos del mundo a unirse al reclamo.
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