El céntrico hotel Caballeriza, de la orienal ciudad de Holguín acoge por estos días a Eddis Naranjo, al frente de la ACC, que junto a Rafael Malén, presidente honorario de la Asociación, imparten conferencias y propician el diálogo sobre los retos de esa profesión en el actual contexto.
Naranjo destacó a Prensa Latina la importancia de mantener viva la tradición que identifica a la cantina cubana, con sus sabores, combinaciones y presentación, de la cual hay 11 cócteles clásicos identificativos de la nación, entre ellos la Canchánchara, el Daiquirí Natural, Cuba Libre, Saoko, Havana Especial y el Mojito.
De ahí que la capacitación y la formación de las nuevas generaciones constituyan pilares, fundamentales, de la gestión de la ACC en este período que, además, aspira a incrementar su membresía.
Precisamente, la conferencia inaugural de estos encuentros que se mantendrán hasta el próximo domingo, estuvo dedicada a la cultura de la cantina cubana, la que, tal como afirmara Naranjo, tiene un gran reconocimiento en el ámbito internacional, con premios en certámenes mundiales y regionales.
Sobre el órgano de base de Holguín resaltó su representatividad, las acciones encaminadas a consolidar más su trabajo y a preservar esos valores identificativos del país, a partir de la utilización de nuestros propios productos nacionales, los cuales son referentes de la riqueza cultural cubana.
De las actividades a realizar en el territorio, donde la ACC tiene más de 55 miembros, mencionó un recorrido por centros turísticos de la ciudad costera de Gibara, así como la creación del cóctel Manigüero, por Rafael Malén.
La ACC tiene sus orígenes en 1924, con la fundación del Club de Cantineros de la República de Cuba, para así constituir la agrupación más antigua de ese gremio en un país, según registros oficiales en el mundo.
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