La proyección del taller, efectuado en la ciudad del Yayabo, fue además para identificar y socializar experiencias que tributen a la cadena porcina del país.
Se insistió en rescatar esta producción teniendo como punto de partida la genética, principio que se convierta en antesala del evento internacional de Porcicultura a efectuarse en el mes de octubre en Matanzas.
En los debates participaron profesionales de la rama, universitarios, miembros del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, y ponentes que abordaron, entre otros temas, el aprovechamiento de los residuales porcinos como fuente renovable de energía.
También trataron el uso del parque solar fotovoltaico, una fortaleza en el horizonte productivo y económico, y la iniciativa de retomar la incorporación de la zeolita en la dieta animal.
Como aspecto central se debatió sobre la urgencia de relanzar esta producción a partir del adecuado empleo de los recursos agua, suelo y energía, acorde a la realidad del país.
La directora de desarrollo, innovación y extensionismo de la Empresa de Genética Porcina, Edith Manso, dijo a los medios locales que se trabaja en la búsqueda de un cerdo acorde a nuestra necesidad, contando para encauzar con cinco razas puras y una línea terminal, fruto del desarrollo científico técnico.
Explicó que la Empresa tiene la responsabilidad de preservar y desarrollar este proceso con la finalidad de entregar animales a los centros multiplicadores y a otros programas insertados en la producción especializada, con el fin de recuperar este importante renglón alimentario.
Se aspira, añadió, a que los productores en sus diferentes formas de agrupación puedan tener en su masa básica un potencial genético que les permita una producción más segura, con indicadores de eficiencia, reproductivos y productivos superiores.
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