De acuerdo con un reporte televisivo, el jefe de Estado conversó por videoconferencia con las máximas autoridades de las provincias de Camagüey, Las Tunas, Holguín, Granma y Santiago de Cuba, así como con los integrantes de la comisión gubernamental y política enviada por él a esos territorios, severamente afectados por la intensidad de las precipitaciones.
Díaz-Canel constató que los mayores daños se concentran en los viales, vías férreas, la vivienda, la agricultura y en particular los cultivos varios; las afectaciones en el servicio eléctrico y las comunicaciones se han solucionado en su mayoría.
Trascendió que las lluvias provocaron un sensible incremento del agua embalsada lo que resulta provechoso después de dos meses previos de intensa sequía.
El mandatario atribuyó las causas del evento natural al cambio climático y llamó a analizar las experiencias para actualizar los planes nacionales de reducción de desastres.
Asimismo indicó desplegar esfuerzos para atender las necesidades de viviendas en esos territorios, sin restar prioridad a la situación que dejó el huracán Ian, en la occidental provincia de Pinar del Río, en septiembre del año pasado.
El presidente de la República instó a buscar soluciones a las afectaciones en los viales y las líneas férreas, así como acopiar todos los renglones agrícolas posibles, y sembrar cultivos de ciclo corto.
Igualmente reconoció el esfuerzo de los dirigentes en cada territorio de las tropas del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias en el rescate de personas durante las inundaciones.
Igualmente elogió la actitud de la población del centro y el oriente de la isla.
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