El salto de agua, de unos 30 metros de altura en una de las montañas de la Sierra Maestra y muy cerca del poblado de Cruce de los Baños, cabecera de esa demarcación, retomó sus bríos tras una extendida etapa de sequía debido a la ausencia del líquido en esas estribaciones.
Para la alegría de los lugareños y de los visitantes a ese hermoso paraje, la imagen de esa caída devuelve el principal atractivo al enclave turístico que cuenta con tres piscinas naturales y un motel en el cual las cabañas y otras instalaciones se insertan armónicamente en el paisaje bucólico.
Entre las opciones de esparcimiento están, además de los baños con aguas cristalinas, el senderismo, la observación cercana de aves y monta de equinos, que lo convierten en sitio de privilegio para los amantes de la Naturaleza.
El valor histórico es otro de los magnetismos de esta demarcación serrana que abriga, en la Loma de la Esperanza, el Mausoleo a los héroes y mártires del Tercer Frente Oriental Mario Muñoz, el cual, comandado por Juan Almeida Bosque, fue baluarte en la última etapa de las luchas insurreccionales.
Las precipitaciones que a lo largo de unos 20 días mantuvieron en vilo al territorio santiaguero dejaron otro saldo positivo en el llenado de las 11 presas, que acumulan más del 60 por ciento de su capacidad y remontan así una etapa severa de carencia de lluvias.
Cuando la situación meteorológica comienza a mejorar, se cuantifican los daños que apuntan a cultivos agrícolas, viviendas, viales y otras infraestructuras de la economía y la sociedad.
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