El Havana se fundó en 1945, en medio de la lucha ideológica y armada de los sirios por la independencia de su país del colonialismo francés, lograda un año después el 17 de abril de 1946.
Entre otros cafés como Rawda, Brazil y Al-Kamal, el Havana era el que más fama tenía por haberse convertido durante décadas en un lugar de encuentro de gran número de intelectuales, escritores, pensadores, poetas, destacadas figuras sociales y políticos de izquierda, no solo sirios, sino también de otros territorios árabes.
Entre la élite literaria que visitaba y redactaba sus obras en este lugar, estaba el gran poeta y satírico sirio Mohammed Al-Magout, los ilustres escritores iraquíes Badr Shaker Al-Sayab, Al-Qarawi y Muhammad Mahdi Al-Jawahiri, y el famoso poeta Muzaffar Al-Nawab; también era el lugar preferido de varios intelectuales y artistas egipcios como Ahmed Abdel-Moati Hijazi.
Prensa Latina estuvo en el “Havana” y conversó con varias personas, quienes coinciden en la importancia histórica y política del café que acogió el 7 de abril de 1947 la primera asamblea constituyente del Partido Árabe Socialista Baath, que gobierna en Siria desde 1963.
Zaki Al-Arzouzi, principal fundador y creador de la ideología panarabista y Baathista, se sentaba en aquella silla donde escribía sus ideas y se reunía con otros partidistas y políticos, afirma Qaisar Al-Ali Al-Mahin, un profesor retirado que visita el lugar desde el año 1965.
Asegura que tenía 16 años cuando frecuentaba el establecimiento, junto a otros jóvenes, para dialogar e intercambiar ideas.
Los cafés se convirtieron en centros de reunión para representantes de los partidos nacionales y una plataforma para las nuevas corrientes políticas e intelectuales que surgieron en Siria durante los años cuarenta y cincuenta, explica a Prensa Latina.
Mientras el abogado Samer Ramadan, de 55 años, confiesa que viene frecuentemente al lugar porque el ambiente tiene aroma de la historia de Damasco y le transmite una sensación de comodidad sicológica; sin embargo, dice que la función del café en la actualidad ha cambiado debido a la guerra.
Era el lugar donde se dialogaba sobre política y los sucesos importantes de Siria y el mundo, pero hoy los jóvenes vienen aquí a olvidarse de la política y desconectarse de la dura realidad que generó el conflicto, indicó.
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