Durante el anuncio de esta iniciativa legislativa, el diputado izquierdista (Francia Insumisa) señaló que “ocho de cada 10 aulas” del país fueron construidas con amianto, lo que consideró una “bomba sanitaria”.
Boyard hizo referencia a una investigación publicada este lunes, en la que se constató que de casi 20 mil colegios analizados el 28,4 por ciento de los mismos revelaron la presencia de amianto, un mineral usado en materiales de construcción y actualmente prohibido por su peligrosidad para la salud.
“Cuando respiras amianto, basta una sola fibra para contraer varios cánceres”, observó el diputado, y recordó que las escuelas «se construyeron en los años 60 y 70 con amianto, que se prohibió en 1997”, pero ahora esas escuelas «se derrumban sobre sí mismas», dijo. Al tiempo acusó al ministro de Educación, Pap Ndiaye, de pasividad criminal al negarse a responder a las preguntas que sobre la cuestión se plantearon ayer en el parlamento, y al gobierno por considerar que es una cuestión demasiado costosa.
Sin embargo, consideró necesario “saber qué está pasando realmente” en los colegios, y para ello reclamó a la presidenta de la Asamblea Nacional “que acepte la petición de una comisión de investigación”, donde también se podrían debatir fórmulas para sufragar un programa de renovación integral de las escuelas francesas.
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