A la hora de trazar cualquier plan para materializar un proyecto de este tipo, es vital que las autoridades de los municipios den a conocer al gobierno central las necesidades y prioridades de la comunidad, subrayó el jefe de Experimentación del PNUD en Ecuador, Enrique Crespo.
También -agregó- deben consultar con la ciudadanía que vive en ese entorno para saber qué características tiene que reunir un proyecto para desarrollar una urbe de avanzada.
Crespo -quien participó en el recién concluido Taller de ciudades inteligentes y sostenibles en la sede del PNUD- alertó que para 2050 el 80 por ciento de las poblaciones vivirán en las zonas urbanas, y eso es un gran desafío para América Latina.
Es urgente tener una planificación, para que la avalancha hacia las ciudades no se vaya de control, pues los municipios no tienen un registro de la migración del campo.
Una vez que una población se asienta en un lugar no planificado, es imposible desalojarlos, incluso ni utilizando la fuerza.
Llamó la atención sobre problemas que hoy existen y pudieran agudizarse en un futuro, como la dependencia de los automóviles, la falta de interacción entre las personas en una misma vecindad, y esto los alejan de las cuestiones y decisiones políticas.
La colaboración y cooperación son fundamentales para planificar una ciudad inteligente y sostenible, sino todo puede acabar en un desastre.
Recomendó que la tecnología debe verse como una herramienta y no un fin en sí misma, porque de nada vale tenerla, si la población apenas utiliza las plataformas.
Las ciudades no solo tienen que ser inteligentes, sino sostenibles, es decir, que convivan amigablemente con el medio ambiente y no perder de vista los efectos del cambio climático.
Comentó que tantas personas en zonas urbanas puede desembocar en ciudades-estados, y en esa dirección es poco atinado avanzar.
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