“Vamos a triplicar el esfuerzo”, declaró el dirigente durante su desplazamiento a la factoría de motores del grupo industrial de Villaroche, a unos cincuenta kilómetros de París, y añadió que las inversiones se dirigirán al desarrollo de pequeños aviones eléctricos o propulsados por hidrógeno, así como a la investigación de biocarburantes para la aviación.
Macron propuso una serie de medidas para desarrollar aviones «cero emisiones», para lo cual se triplicarán las ayudas públicas al Consejo de Investigación de la Aeronáutica Civil (Corac), y aseguró que “los franceses deben ser los campeones del avión ultralimpio”.
En ese sentido anunció la próxima instalación de una planta de biocarburantes en la región de Pirineos Atlánticos, en el suroeste del país, y que “creará 700 empleos directos” en la localidad, 100 en la planta y 600 para todos los actores implicados en el reciclaje, detalló.
También hay que diseñar «aviones y motores que consuman menos», señalaron fuentes de la presidencia francesa, recordando que el consumo de combustible por pasajero transportado ya se redujo a la mitad desde 1960 y a la mitad desde 1990, y aún debe disminuir “entre un 20 y un 30 por ciento”.
La víspera Macron se reunió con los principales líderes de la industria aeronáutica durante una cena en el Palacio del Elíseo, y el lunes asistirá al Salón Aeronáutico de París, una convocatoria bienal cancelada en 2021 a causa de la pandemia de Covid-19, y que este año se centrará en la descarbonización del transporte aéreo.
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