Mao Ning, vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, también instó a Washington a centrar las energías en asuntos verdaderamente beneficiosos para el desarrollo pacífico y estable a nivel regional, al añadir que desconoce las alegaciones divulgadas por el medio norteamericano The Wal Street Journal.
Según ese diario, los gobiernos de Beijing y La Habana discuten la instalación de un centro conjunto de entrenamiento militar en territorio cubano.
El reporte circula pocos días después de informarse de la presunta existencia de una base de espionaje electrónico chino en Cuba que opera desde 2019.
En respuesta, el gigante asiático dijo a Prensa Latina que nada podrá destruir su sincera amistad con la mayor de las Antillas por mucho que la nación norteña desinforme y difame, pues las contradicciones presentadas al respecto en poco tiempo evidencian que se trata de una mentira.
“En solo dos días los funcionarios y medios estadounidenses han difundido una serie de informaciones inconsistentes sobre la supuesta construcción de la base de espionaje en Cuba, escenificando una vez más la farsa en la que Estados Unidos niega a Estados Unidos”, indicó un portavoz de la Cancillería.
Enfatizó en que pese a propagar tales calumnias, la Casa Blanca no afectará los lazos amistosos y fraternos entre Beijing y La Habana, como tampoco podrá ocultar sus actos de espionaje masivo ni el robo de secretos a países de todo el mundo.
La Cancillería exigió, además, a Washington no entrometerse en los asuntos internos de la mayor de las Antillas y lo acusó de propagar calumnias, formar parte de actividades encubiertas, cometer crímenes y mantener una prisión dentro de un territorio ocupado a Cuba.
También lo convocó a escuchar el reclamo internacional y levantar inmediatamente el bloqueo económico, financiero y comercial, además de contribuir a mejorar las relaciones con La Habana porque beneficiará ambas partes, a la paz y la estabilidad de la región.
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