En conversación con Prensa Latina dijo que además se incluyen elementos de edificaciones de la época republicana, de los años 50 y 60 del pasado siglo, donde prospera el eclecticismo, tendencia de mezclar en la arquitectura elementos de diferentes estilos y épocas.
Explicó Vitlloch que fue un periodo donde se emplearon decoraciones de yeso y reconocido por los especialistas como “la arquitectura merengue”.
Por desconocimiento o no agradar a los moradores de las viviendas más antiguas se pierde ese patrimonio, el cual tratamos de conservar porque nos deja una impronta, alertó el conservador de la villa Monumento Nacional.
Desde la fundación de la Oficina la estrategia es “reverdecer el patrimonio con un legado de cinco siglos”, donde se conjugan no solo edificaciones o momentos de auge o pobreza económica, es la propia cultura espirituana, sus características únicas en Cuba.
Llevar la restauración o reposición a los patios de las grandes mansiones con macetas, flores y plantas propias de esta zona, a los detalles exteriores como verjas, ventanas, llamadores, aleros…, puntualizó.
Para el arquitecto Sancti Spíritus es una ciudad de características excepcionales, la distingue su amplia historia que viaja en la música tradicional de sus bardos, tríos, coros de clave, comparsas y trovadores y una prenda reconocida mundialmente, la guayabera.
La parte colonial, con sus pequeñas calles la mayoría retorcidas, con estrechas aceras, plazoletas, iglesias y viajando del oriente al occidente o hacia el sur en busca del río Yayabo, a decir de Vitlloch es un majestuoso regalo de los conquistadores al acercar los trazados de sus villorrios a Sancti Spíritus.
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