Por Adis Marlén Morera
De la redacción de Cultura de Prensa Latina
La muerte del prestigioso coreógrafo truncó el sentir que ambos compartían para dar paso a un sentimiento superior, ese que la ausencia y el tiempo no logran borrar, pues a cada instante crece, se multiplica y fortalece.
Sus palabras a Prensa Latina confirman admiración: “él fue mi norte, imagínense que cosa tan grande en la vida de una persona”.
Para honrar a esa figura de profundas huellas, la Fundación Antonio Gades, dirigida por Eiriz, presidida por María Esteve -hija mayor del artista- y la compañía de igual nombre procuran salvaguardar su legado y trasladarlo a la contemporaneidad para el disfrute de aquellos que no lo conocieron.
La fundación trae al siglo XXI a un grandísimo bailarín y coreógrafo para que las nuevas generaciones puedan construir sobre sus grandes cimientos la danza contemporánea, destacó.
Aunque refirió que el principal puntal es la compañía, pues coloca sobre el escenario su obra y estilo coreográfico.
Explicó que todo esto se sustenta sobre un archivo histórico documental que contiene lo que pudo recuperarse sobre su creación y vida artística.
Concedida por el Ayuntamiento de la ciudad española de Getafe, la sede de la institución se instaló en una antigua fábrica de harinas.
Gades manifestó en varias ocasiones que antes de artista se consideraba un trabajador de la cultura, creo que le agradaría mucho saber lo que sucede actualmente en este espacio, opinó.
Ese escenario permitió la gestión de un aula municipal para la formación de 370 estudiantes, aproximadamente, al tiempo que funciona como espacio de diversas actividades que contribuyen a fomentar la figura del intérprete más allá de su profesión.
Así lo reflejan los documentales exhibidos recientemente en el XXX Festival La Huella de España en Cuba, con sede en La Habana, dedicado a la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Desde su labor al frente de la fundación, considera que el evento es un vehículo que le permite visitar la nación caribeña y promover el nexo tan potente que une a ambas naciones.
Como española me conmueve profundamente ver y sentir las huellas de mi país en los cubanos, contó.
Siempre decimos que Cuba quiere mucho a España, pero España también quiere mucho a Cuba, nuestras familias y antepasados los encontramos en ustedes y eso es muy emocionante, continuó.
Sobre el trabajo de la organización para exaltar al bailarín destacó la convocatoria a un concurso de arte gráfico para conocer cómo los artistas y el lenguaje actual contemplan a Gades.
Recientemente creamos una importante exposición sobre su vida con la colaboración del Ayuntamiento de Madrid, institución clave en la danza de España por su capacidad para narrar la historia de un creador de esta categoría, subrayó.
Al preguntarle sobre la estrecha relación que mantuvo el artista con Cuba respondió:
Me resulta muy difícil, pero no se puede olvidar ese último viaje que realizó en un velero muy cercano a su muerte, visitó este país como grito de amor a la vida, pues le gustaba el mar y navegar, creo que fue también una llamada de atención hacia Cuba, puntualizó.
En su opinión, no se puede soslayar el hecho de que conocía la cercanía de su final y esta larga travesía junto a tres marineros le dio mucho tiempo para pensar.
Siempre recuerdo la serenidad de su alma y el convencimiento tan auténtico en sus ideas para emprender este viaje consciente de su partida; es épico, acotó.
Entre los proyectos de la fundación para este año vale resaltar la puesta en escena de Carmen en la Arena de Verona, otras presentaciones que incluyen este ballet con coreografía de Gades y el rescate de piezas de su Suite Española.
Eiriz constituye un caudal de conocimiento sobra la vida del bailarín, conversar con ella supera la invitación a conocerlo, pues el detalle en cada palabra suya lo muestran en su totalidad.
Casi al final de la entrevista no se me escapa una pregunta, ¿en una frase cómo definiría la trayectoria de este artista?
La ética antes que la estética, enseñanza de su gran maestra Pilar López y que reflejó en todas sus entrevistas. Creo que esa expresión lo resume, acotó.
Muestra del cariño infinito de unión entre Gades y Cuba, sus cenizas reposan en un lugar de recordación de la Sierra Maestra, en el oriente de la nación caribeña, mientras su escultura en bronce junto a una de las columnas de la Plaza de la Catedral de La Habana parece descansar después de tanto bailar.
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