El trabajo analizó los datos recopilados durante el final del curso escolar 2021-2022 de más de 15 mil niños y profesores de cerca de 400 escuelas, así como de 10 mil padres, concluyendo que el 13 por ciento de los niños padecen “al menos un probable trastorno de salud mental”.
Los responsables del informe puntualizaron que los resultados no se basan en diagnósticos clínicos propiamente dichos, por lo que había que ser prudentes a la hora de sacar conclusiones, si bien los «puntos de vista» cruzados que se recogen permiten identificar síntomas e incluso «probables trastornos» entre los jóvenes encuestados, por encima de determinados umbrales, señalaron.
Igualmente consideraron que, en conjunto, el «nivel de bienestar y la calidad de vida relacionada con la salud» de estos niños sigue siendo satisfactorio, con una puntuación de 71 sobre 100, pero en 13 de cada 100 se observan “una variedad de trastornos potenciales de distintos grados de gravedad”, desde el punto de vista de la salud mental.
Estos problemas detectados fueron emocionales (ansiedad generalizada, fobias específicas, o comportamiento depresivo), con mayor frecuencia en las chicas, trastornos de oposición (desobediencia, hostilidad, cólera e irritabilidad), y déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), lo que genera dificultades de concentración, impulsividad e inquietud.
“Estos primeros indicadores de referencia, que se completarán con nuevos análisis en los próximos meses, permitirán realizar un seguimiento más eficaz de la salud mental y el bienestar de los niños, y contribuir así a la elaboración de políticas públicas», señaló la SPF.
Añadió que “aún deben realizarse numerosos análisis adicionales para tener en cuenta otros factores relacionados, por ejemplo, con el entorno vital del niño, su salud o la de sus padres”, y que este ámbito de la investigación comenzará en 2024, ampliándose el estudio también a los territorios franceses de ultramar.
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