De acuerdo con el organismo, Europa en general batió el récord de calor de verano el año pasado, mientras todo el planeta podría afrontar dicho destino este año.
Según especialistas en la materia, los países de la región son los que más rápido se calientan en nuestro planeta, hecho que se ve agravado dado los cambios climatológicos de las últimas décadas.
El año pasado, según los meteorólogos, se registró el verano más caluroso jamás visto en el Viejo Mundo, cuando las altas temperaturas ocasionaron la muerte de miles de europeos y provocó desastres en forma de tormentas, inundaciones, sequías y otros peligrosos caprichos de la naturaleza.
Un estudio realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio de Cambio Climático de Copérnico en el Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos a Medio Plazo indicó que el exceso de la temperatura media de verano en el continente el año pasado durante el período preindustrial fue 2,3 grados centígrados.
Las temperaturas del agua cerca de la superficie de los mares europeos también batieron récords y la ola de calor del año pasado provocó un derretimiento sin precedentes de los glaciares.
Como consecuencia, esto ocasionó la muerte de 16 mil 365 personas, provocó tormentas, inundaciones, especialmente fuertes en Italia, Grecia y Portugal.
En opinión del secretario general de la OMM, Petteri Taalas, las altas temperaturas exacerbaron los eventos de sequía, desencadenaron incendios forestales y redujeron a cenizas la segunda área forestal más grande de la que se tiene registro.
Junto con las tragedias humanas, una ola de calor de este tipo es una fuerza mayor, principalmente para la energía, la infraestructura de transporte y, ciertamente, la atención médica, añadió Taalas.
Por su parte, William Collins, profesor de climatología en la Universidad de Reading en el Reino Unido, sostuvo que un aumento de temperatura de 2,3 grados centígrados en Europa ya es impactante.
A su juicio, la atención tradicional a las temperaturas globales amortigua el peligro y, sin embargo, la tasa de aumento de ese parámetro en Europa es casi el doble del promedio mundial.
No sorprendió que, junto con todo el continente, varios países europeos establecieran máximos de calor de verano en 2022: incluidos Alemania, Reino Unido y España.
Por otro lado, la nieve y la lluvia el pasado año en la mayor parte del Viejo Mundo cayeron menos de lo habitual.
Para España y Portugal, ese fue un año récord en la gravedad de la sequía, y la Península Ibérica batió este antirrécord por cuarto año consecutivo.
Esperar el alivio de la situación en 2023, según los meteorólogos, no vale la pena.
Además, este año puede convertirse en el más caluroso de la historia de las observaciones meteorológicas, no solo en Europa, sino en todo el planeta, advierten los autores del estudio de la OMM y el servicio Copernicus.
Esperemos que las autoridades locales de los países de la región, los socorristas, las empresas de servicios públicos y el sector del transporte estén preparados para responder a las olas de calor extremo este verano.
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