En su condición de presidente del Grupo de los 77 más China, bloque que aglutina a 134 de los 193 Estados miembros de la ONU, el mandatario intervino la víspera en la jornada inaugural del evento para abordar el impacto de la actual arquitectura financiera y la urgencia de transformarla.
“No revelo ningún secreto si afirmo que las consecuencias más nefastas del actual orden económico y financiero internacional profundamente injusto, antidemocrático, especulativo y excluyente gravitan con mayor fuerza sobre las naciones en desarrollo”, advirtió en el Palacio de la Bolsa de París, sede de la cumbre.
Díaz-Canel llamó en ese sentido a replantear las bases actuales que definen las relaciones Norte-Sur y la coexistencia en el planeta, e instó a los líderes a no pasar a la historia como los que no pudieron marcar la diferencia en el destino común.
Asimismo, alertó sobre las nefastas consecuencias para el Sur como resultado del orden imperante, en particular el obstáculo que representa para la materialización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En semejantes condiciones desfavorables, el Sur no puede generar y acceder a los 4,3 billones de dólares anuales que necesita para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la década de acción restante, subrayó.
Consciente de la responsabilidad de portar la voz del Grupo de los 77 más China en un foro que atrajo a un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, el presidente cubano convocó a cambiar el panorama que sufren muchos países.
“Nuestros pueblos no pueden y deben seguir siendo laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de dominación que emplean la deuda, la arquitectura financiera internacional actual y las medidas coercitivas unilaterales para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del Sur”, sentenció.
Entre las propuestas concretas, el dignatario mencionó la reforma de las instituciones financieras internacionales, tanto en cuestiones de gobernanza y representación como de acceso a financiación, que tengan en cuenta los legítimos intereses de los países en desarrollo.
También abogó por una pronta y considerable recapitalización de los bancos multilaterales de desarrollo y por acciones en materia de acceso a mercados, creación de capacidades y transferencia de tecnologías.
Como parte de su agenda en París, Díaz-Canel dialogó con personalidades participantes, entre ellas el secretario general de la ONU, António Guterres, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Asociaciones francesas de solidaridad y cooperación dieron la bienvenida ayer a suelo galo al jefe de Estado de la isla y destacaron el fracaso del intento de sucesivas administraciones estadounidenses de aislar a la mayor de las Antillas, su pueblo y su Revolución.
En declaraciones separadas, France Cuba, Cuba Linda, Cuba Coopération France y Cuba Si France aprovecharon la estancia del mandatario para ratificar su solidaridad y denunciar el bloqueo económico, comercial y financiero que Washington impone al país caribeño desde hace más de 60 años.
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