Encuentros con autoridades locales, mandatarios, dirigentes de organizaciones multilaterales, empresarios, representantes de la solidaridad y cubanos residentes marcaron un periplo cuyos objetivos el jefe de Estado consideró cumplidos para el país.
Díaz-Canel cerró su recorrido con un encuentro en la embajada de Cuba en esta capital, en el que compartió con la misión estatal los resultados de cada etapa de la gira.
Respecto a su participación en la cumbre organizada por Francia, señaló que intervino a nombre del Grupo de los 77 más China, del que Cuba ejerce la presidencia pro tempore, para reclamar desde el Sur un nuevo orden internacional, que supere el actual sistema injusto, antidemocrático, obsoleto y excluyente.
También destacó su visita a la sede de la Unesco, donde fue recibido por su directora general, Audrey Azoulay, y las magníficas relaciones entre la mayor de las Antillas y el ente multilateral.
El mandatario cubano dialogó aquí igualmente con el secretario general de la ONU, António Guterres, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y amigos de la isla de diferentes sectores de la sociedad francesa.
Con la misión estatal, el líder abordó aspectos de la situación del país caribeño, en particular del trabajo que realizan el Gobierno y el pueblo para enfrentar las dificultades y el impacto del bloqueo estadounidense.
En ese sentido, subrayó el concepto de la resistencia creativa para lidiar con los desafíos, el mismo que permitió a Cuba lograr varias vacunas contra la Covid-19, pese a tan adverso panorama.
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