“Expreso la solidaridad del pueblo y el gobierno de Cuba al estimado presidente Putin y al hermano pueblo de Rusia, ante intentos de provocar una rebelión armada en la nación”, afirmó Díaz-Canel Bermúdez en su cuenta de twitter.
Tenemos total convicción de que prevalecerá la unidad y el orden constitucional, aseguró el jefe de Estado, tras conocerse aquí de una distensión en el diferendo, con mediación de Belarús, que evitó una complicación de la intentona y un conflicto armado interno. El mandatario belarruso, Alexander Lukashenko, tras un contacto telefónico sostenido con Putin, entabló conversaciones con el fundador del grupo militar privado, Evgueni Prigozhin, quien aceptó poner fin a la insurrección de unos 20 mil hombres bajo su mando.
Prigozhin, quien ordenó tomar el control del estado mayor del Distrito Sur de las fuerzas armadas rusas, en la ciudad de Rostov del Don, y marchar hacia Moscú, suspendió el movimiento de sus fuerzas en todo el territorio ruso y su regreso a campamentos en la región del Donbass.
El arreglo con Lukashenko incluyó la cancelación de una investigación abierta por la seguridad rusa para presentar cargos contra el fundador del grupo Wagner, quien recibió garantías de Putin de viajar a Belarús y de protección para los miembros de la agrupación armada privada.
Wagner estuvo involucrada en la toma del control por Rusia de la ciudad de Artimiovsk (Bajmut para los ucranianos), en Donetsk, pero su máximo dirigente se refirió ayer a un supuesto ataque coheteril contra un campamento del grupo, hecho desmentido por el ministerio ruso de Defensa.
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