El humo se encuentra actualmente a una altitud de entre tres y cuatro mil metros de altitud, “por lo que el impacto en la calidad del aire es relativamente escaso”, aseguró Joris Vallon, investigador de Météo France, y se espera que se extienda en las próximas horas, lo que permitirá que se “diluya bastante fácilmente en la atmósfera porque la concentración es baja”, añadió.
En todo caso, los observatorios regionales que analizan la calidad del aire se mantienen prudentes, siguiendo la situación de cerca porque todavía hay incertidumbres.
Nantes, en el noroeste francés, fue una de las primeras ciudades en notar la llegada de la nube de humo, al igual que era visible desde Bretaña
Según los expertos del Servicio de Vigilancia Atmosférica Copernicus, “la columna de humo está alcanzando la Península Ibérica, así como Irlanda y el Reino Unido, y acabará atravesando Francia, los países del Benelux y Alemania antes de continuar hacia el este».
En la región de París no se observa por el momento ningún impacto en la calidad del aire, pero si las corrientes atmosféricas cambian en los próximos días y los estratos superiores se mezclan con los inferiores, “es posible que tengamos aumentos en los niveles de partículas, y eso es algo que vigilaremos con nuestra red de medición», señalaron los meteorólogos.
El humo, que es visible a simple vista en grandes concentraciones, se muestra como una capa blanca en amplias zonas del país, y solo la zona del sudeste se ha salvado hasta el momento de este fenómeno.
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