Según la página oficial del evento, al espectáculo, que formó parte del Festival de las Artes Platonov, asistieron unos tres mil quinientos invitados y casi cuatro mil espectadores.
El concierto contó con la presencia de la agrupación The Soil de Johannesburgo, que combina jazz, afro-soul, hip-hop y afro-pop en su trabajo, y los músicos cantan a capella en lengua khosa.
En tanto, Light in Babylon de Estambul, Türkiye, interpretó un programa tejido a partir de la música original del Mediterráneo oriental.
Por su parte la muy conocida en Rusia cantante georgiana, Megi Gogitidze mostró cómo se puede combinar las letras de obras autóctonas de su pueblo, con el jazz moderno y el dream pop interpretado por músicos cubanos.
La agrupación estrella de la velada fue el grupo multinacional Otyken, que incluye a representantes de los pueblos indígenas de Siberia, quienes combinan techno, rap y rock con melodías ancestrales, canto de garganta y tocan los gigantescos tambores de piel Maral.
Las canciones de Otyken en lenguas chulym, jakass, dolgan y ruso se transmiten por radio en diferentes países del mundo, donde son muy populares.
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