El alto funcionario, enunció durante su intervención en ese evento, un grupo de políticas públicas implementadas por el gobierno cubano, con la finalidad de lograr mejoras en la economía para propiciar el desarrollo del país como una nación socialista próspera y sostenible.
En ese proceso, destacó Pérez, Cuba recibió la contribución de las agencias especializadas de Naciones Unidas, fundamentalmente de la FAO, en particular para garantizar el derecho de las personas a la alimentación, reconocido de manera expresa en la Constitución de la República.
A tal fin se aprobó en la nación caribeña el Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, así como una ley y un reglamento para la instrumentación del mismo.
Estas acciones se desarrollaron, según expresó, en medio de un complejo escenario motivado, principalmente, por el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, recrudecido en los últimos años, y la injustificada inclusión de la isla en la lista unilateral de países patrocinadores del terrorismo.
A esos obstáculos para avanzar hacia el desarrollo sostenible se sumaron otros factores negativos, como los efectos de la pandemia de la Covid-19, así como la crisis medio ambiental y los problemas demográficos, entre otros, añadió.
La Conferencia ministerial, órgano rector de la FAO, se extiende del 1 al 7 de julio y cuenta con la presencia de unos 120 ministros de Agricultura y otros altos funcionarios de los 194 países que integran la misma, quienes debaten acerca de los problemas actuales mundiales relativos a la alimentación y la agricultura.
En esta oportunidad los análisis se centran en los problemas relativos al agua, y en tal sentido el titular caribeño apuntó en su presentación que en Cuba se gestiona ese recurso “de forma integrada a escala de la sociedad, la economía y del medio ambiente, proporcionando desarrollo sostenible y seguridad a la nación”.
Destacó que recientemente se aprobó “la ley de las aguas terrestres para su gestión integrada y sostenible, su protección y establecimiento de medidas para la reducción de desastres derivados principalmente de eventos hidrometeorológicos, lo cual materializa la voluntad hidráulica de nuestro proceso revolucionario”.
Se adoptaron además medidas de acciones a corto, mediano y largo plazo para el incremento de la producción de alimentos y el uso racional y productivo del agua, así como para la eficiente explotación de las infraestructuras hidráulicas, en correspondencia con la agenda 2030, añadió.
Concluyó recordando palabras del Comandante en jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro, quien en relación con los recursos hídricos, en abril de 2016 cuestionó ¿Cómo alimentar los miles de millones de seres humanos cuyas realidades chocarían irremisiblemente con los límites de agua potable y recursos naturales que necesitan?
El ministro cubano enfatizó que esa interrogante se mantiene latente “y a todos nos compete solventarla de forma mancomunada”
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