Por segunda jornada consecutiva no será un día para los estelares de la montaña, con apenas un puerto de cuarta categoría (Dému) en el trayecto de 182 kilómetros entre Dax y Nogaro, meta situada en el suroccidental departamento de Gers.
El final está abierto a rematadores como el belga Jasper Philipsen (Alpecin-Fenix), quien se impuso ayer en Bayona, el neerlandés Fabio Jakobsen (Quick-Step Alpha Vinyl), el australiano Caleb Ewan (Lotto Dstny) y el belga Wout van Aert (Jumbo-Visma), empeñado en brillar en la edición 110 de la Grande Boucle.
Claro que cada vez que sea terreno predominante llano, unas ocho etapas en el Tour, el mundo del pedalismo estará atento al ilustre veterano británico Mark Cavendish (Astana), quien busca su trigésima quinta victoria parcial en la más famosa de las carreras.
De conseguirlo, romperá el empate con la leyenda Eddy Merckx.
Parece seguro que Yates (UAE Team Emirates) conservará la camiseta amarilla que consiguió el sábado en Bilbao en el arranque vasco del Tour de Francia, aunque su idilio llegará a su fin mañana en los Pirineos.
Bien cerca en la general marchan muchos ciclistas, entre ellos el esloveno Tadej Pogacar (UAE Team Emirates), campeón en 2020 y 2021, y el hermano gemelo de Adam, Simon Yates (Jayco AlUla), ambos a seis segundos.
Por su parte, el monarca del año pasado y gran favorito de la competencia, el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), se ubica sexto, a 17 segundos.
Entre los latinoamericanos, el colombiano Egan Bernal (Ineos-Grenadiers) es el mejor clasificado después de tres etapas, en el puesto 18, a 43 segundos.
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