Acompañó al diplomático nipón la asistente de la agregada cultural de la embajada, Asaka Yuki, y los textos los recibió el director de la reconocida institución cubana, Omar Valiño Cedré, quien agradeció en nombre del pueblo de la isla la atención por este tipo de obsequio.
Valiño Cedré expresó que el gesto del país oriental da la medida del cariño hacia los cubanos, ávidos de una literatura del lejano territorio insular, bañado por las aguas del océano Pacífico.
“Hemos notado que en Cuba hay muchos jóvenes interesados en la cultura japonesa”, ´destacó Valiño Cedré.
“Y estos textos conforman un valioso patrimonio cultural japonés, en el cual se plasman costumbres, tradiciones, maneras de actuar y de pensar de los habitantes de la tierra del sol naciente”, realzó.
«Los lazos de amistad y cooperación entre nuestros dos países influyen en muchos de estos encuentros, ya se han podido mandar regalos a hospitales, a los organismos del transporte en Cuba, entre otros, y ahora con el arte sucede lo mismo, porque la cultura une pueblos, a personas que aman la paz, la solidaridad», expresó el embajador.
En Cuba se consumen mucho los manga -animados para adultos-, incluso, existe un programa de televisión dedicado a estas historietas.
Kenji se refirió a que, aunque Japón se encuentra muy lejos geográficamente de Cuba, él tiene conocimiento del interés de muchos cubanos por su cultura, su arte en general, la vida social.
En la nación caribeña también se preparan talleres sobre una forma del verso poético de ese país, los Haikú, una poesía cuya temática central es la naturaleza, agregaron los presentes.
La visita del diplomático nipón también hizo posible la entrega de una placa como constancia de la contribución, la cual fue a través de la asociación Nippon Foundation como muestra de la amistad en Cuba y Japón.
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