La oficialización de la medida era esperada tras el anuncio de la primera ministra Élisabeth Borne, en el contexto enmarcado en las fiestas del 13 y 14 de julio, el Día Nacional que recuerda la toma de la Bastilla en 1789, suceso considerado el inicio de la Revolución Francesa.
“Para prevenir los riesgos de graves problemas de orden público en el transcurso de las celebraciones por el 14 de julio, serán prohibidos hasta el 15 la venta, el porte, el transporte y la utilización de artículos pirotécnicos y fuegos artificiales de diversión en el territorio nacional”, refleja el Diario Oficial.
La decisión responde a los disturbios que tuvieron lugar en Francia entre el 27 de junio y el 4 de julio tras la muerte del adolescente de 17 años Nahel por el disparo de un policía durante un control en el distrito de Nanterre, en la Región Parisina.
Cientos de vehículos y edificaciones fueron incendiados en esos días, durante los cuales manifestantes utilizaron artefactos pirotécnicos contra las fuerzas del orden.
La prohibición no impacta a los profesionales del sector, precisaron las autoridades.
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