El proyecto fue creado hace 25 años en el empeño por mejorar el estado de ánimo de los pacientes internos, el desarrollo del gusto estético y de valores en los niños hospitalizados.
“La música cura, despierta la sensibilidad, constituye la esperanza, la alegría y en este caso es mi modo de homenajear el sacrificio cotidiano y sin límites de quienes hacen todo por la Salud», dijo a la prensa la autora de emblemáticas canciones infantiles como Señor arco iris y lindos colores de la felicidad, entre otras.
La interprete intercambió con los niños, a través de canciones como La marcha de las letras, un modo didáctico de repasar las vocales y El trencito y la hormiga que le permitió interactuar con los pequeños asistentes.
Vocalizó, asimismo, la Canción de la vacuna, de la autoría de la poetisa y compositora argentina María Elena Walsh, en un mensaje que invita a minimizar los temores hacia las inyecciones ante el bienestar que provocan en el mejoramiento de la salud de los infantes.
Destacó Liuba María que desde hace más de 30 años mantiene un acercamiento con los hospitales infantiles de Cuba, pues es una manera de identificarse con niños enfermos, a quienes ella les transmite la medicina del arte cantado.
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