Así lo confirmó en entrevista con Prensa Latina Juan Nazco Montagne, especialista principal de cultivos varios de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, quien agregó que este es un cultivo que contribuye a la política de autoabastecimiento municipal. “Sembramos 1,55 hectáreas de la papa agroecológica, con un rendimiento de 16 toneladas por hectárea, basado en el uso de medios alternativos de fertilización orgánica, lo que consideramos aceptable al ser una plantación inusual en la localidad”, expresó.
Con ello se le garantizó a la población en el municipio -16 mil habitantes- cerca de seis libras per cápita, precisó.
Aspiramos a sembrar hasta unas dos hectáreas y media en la próxima campaña, si nos garantizan la semilla que es importada, para seguir avanzando en la producción de este tubérculo con el uso de varios medios biológicos, incluyendo la materia orgánica, dijo.
Esto último, con el empleo de estiércol vacuno que pensamos mezclar con cachaza, pues esta tiene características importantes para las plantas, sentenció.
Asimismo, utilizamos la cal que aporta calcio, desinfecta y evita la proliferación de los hongos, añadió.
La papa tiene un ciclo de 90 días, es una planta muy precoz y puede dar altos rendimientos, precisó.
Tuvimos una primera cosecha en la base productiva de Las Nuevas, porque tiene un suelo apropiado para ello y por contar con riego, aseguró el también ingeniero agrónomo.
La provincia de Sancti Spíritus sembró este año 19,2 hectáreas en siete de sus ocho municipios, excepto en el de Trinidad.
Según datos consultados, nueve territorios cubanos, entre ellos el municipio especial Isla de la Juventud, cultivaron la denominada papa agroecológica en la campaña 2022-2023.
Esta tecnología es más respetuosa con el medio ambiente y la salud humana, al prescindir de fertilizantes químicos y tiene su antecedente en lo alcanzado por la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, en la occidental provincia de Matanzas.
En cuanto al cultivo de la malanga, Nazco Montagne lo calificó como una asignatura pendiente “porque ha habido poco apego a producirla”, aunque citó ejemplos de buenos cosecheros. Deseamos garantizar la semilla e incrementar esta siembra, puntualizó.
Además, se refirió a la piña española roja y mencionó que existen dos productores que sembraron una hectárea cada uno, con buenos resultados.
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