Según el diplomático, lo primero para Moscú será cumplir con los objetivos de la operación militar especial que desarrolla en Ucrania, y lo segundo fortalecer el Ejército, la Armada y las Fuerzas Aeroespaciales de la Federación de Rusia, ante los retos que se le plantean por los planes de la OTAN.
“Igualmente, seguir reforzando las asociaciones de integración y las organizaciones aliadas en las que participa Rusia. Incrementar los lazos con la mayoría mundial, con todos aquellos que hoy no sucumben a los dictados y están dispuestos a trabajar con nosotros sobre la base de los intereses nacionales», declaró este alto diplomático.
«El mundo multipolar se impone, y haga lo que haga la OTAN, no conseguirá cambiar esa tendencia, no será posible dar marcha atrás», aseguró Grushkó.
«En cuanto a la adhesión de Ucrania a la OTAN, quiero decir que este problema se resolverá militar o políticamente», expresó el vicecanciller.
Durante la cumbre de la OTAN, el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, manifestó que se decidió no exigir a Ucrania la aplicación del Plan de Acción para la Adhesión a la OTAN, adoptaron un programa plurianual de asistencia militar a Kiev y aprobaron la creación del Consejo Ucrania-OTAN.
Al mismo tiempo, el responsable de la Alianza Atlántica anunció la declaración final de la reunión, según la cual el bloque cursaría una invitación a Ucrania previo acuerdo entre los aliados «cuando se cumplan todas las condiciones».
Las condiciones para el ingreso de Ucrania en la OTAN serán evaluadas por sus Estados miembros, recalcó Stoltenberg.
A su vez, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, expresó su descontento con esa decisión y calificó el resultado de la cumbre de poco ideal para Kiev debido a la fallida invitación a la organización.
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