FotosPL: Ileana Piñeiro
Manifestamos la convicción de que no bajaremos los brazos ni nos pondremos de rodillas para pedir perdón por defender el derecho a la diferencia, subrayó en el festival político-cultural que cerró la primera jornada del foro de movimientos sociales y fuerzas progresistas europeas, latinoamericanas y caribeñas.
Aplaudido en su llegada al auditorio e interrumpido muchas veces con consignas contra el bloqueo estadounidense y de apoyo a Cuba, el mandatario expresó solidaridad con otros gobiernos y pueblos que también desafían la lógica imperial impuesta por Washington.
En ese sentido, citó a Venezuela, Nicaragua, Brasil, México, Colombia, Bolivia y Honduras y a sus líderes, a Palestina, los saharauis, Puerto Rico y su derecho a la independencia y Argentina en su reclamo de la soberanía de las Malvinas.
Díaz-Canel denunció las agresiones contra la nación antillana, en particular el bloqueo económico, comercial y financiero estadounidense con su alcance extraterritorial, la inclusión en la unilateral lista de países patrocinadores del terrorismo y las campañas de ataques con la manipulación del tema de los derechos humanos.
A propósito del tema de los derechos humanos, aseveró que la isla continuará garantizando el disfrute de los mismos y el marco jurídico necesario, y condenó el doble rasero que esgrimen desde el Norte al abordarlo.
Los que nos acusan son los más grandes violadores de nuestros derechos y de los de otros pueblos, sentenció.
El jefe de Estado cubano resaltó el espacio de resistencia y de lucha que representa la Cumbre de los Pueblos y consideró un honor estar entre sus protagonistas.
De igual manera, agradeció la solidaridad con su país y la urgencia de apostar por un nuevo orden en el que dominen esa postura y la cooperación.
La solidaridad no puede bloquearse como se bloquean los alimentos, las medicinas y los equipos, es un arma indestructible de lucha y un mensaje de paz, expuso.
Al culminar su intervención, el público coreó con vigor «Cuba sí, bloqueo no».
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