Durante la jornada previa al XVII Congreso Latinoamericano de Medicina Social y Salud Colectiva, en esta capital, exalumnos de esa institución dialogaron con su rectora, Yoandra Muro, quien encabeza una delegación de la isla que expondrá en el evento su experiencia en el sector.
Nos formamos en la praxis, el sentido del trabajo desde el primer momento y el contacto con los pacientes y las comunidades.
Fidel soñó la ELAM para educar a jóvenes latinoamericanos que no tenían cómo hacerlo y vivían en lugares donde no llegaban los médicos. Él debería tener un Premio Nobel de Salud Pública por el impacto de sus ideas, afirmó, Lucía Coronel, miembro de la primera promoción de esa universidad.
Allí nos enseñaron que la humanidad y el amor por el otro es lo que da sentido a nuestra profesión. Estamos para Cuba así como ese país estuvo para nosotros. Seguimos dispuestos a aportar nuestro granito para construir un mundo mejor, añadió.
Por su parte, el chileno Andrés Varela aseguró que el ejemplo de la mayor de las Antillas y la posibilidad de conocerla marcó la vida de muchos.
Cuba no da lo que le sobra, sino que comparte lo que tiene. Siempre estaremos en deuda con esa nación. Esa experiencia y forma de ver la salud no la encontramos en ningún libro, aseveró.
En tanto, la argentina Emilce Piazza resaltó que los graduados de la ELAM son los médicos de ciencia y conciencia que soñó Fidel Castro.
A su vez, Muro resaltó que la Escuela formó parte del sueño del Comandante en Jefe de llevar profesionales de la salud a todas partes del mundo y conformar una Patria Grande latinoamericana.
Se trata de una obra grandiosa y extremadamente genuina. Los graduados de la ELAM son diferentes porque son el resultado de la historia de sus pueblos de origen y de la resistencia del Cuba, afirmó.
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