El ejecutivo realiza una visita de dos días, martes y miércoles, con el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales enfocadas a esta industria, lo cual es muy importante para sus respectivas economías, manifestó en un encuentro en La Habana con representantes de varias agencias de viajes.
Akbal Setia expresó que sostuvo un encuentro con funcionarios del Ministerio cubano del ramo, con quienes coincidió que sus respectivos países tienen un potencial en aras de establecer una provechosa cooperación en este campo para beneficio mutuo.
Señaló que se puede trabajar para promover los viajes vacacionales en ambas direcciones y explorar otras oportunidades.
En su presentación, el ejecutivo cuya oficina radica en Los Angeles, Estados Unidos, esbozó las riquezas y diversidad del producto turístico y los destinos malasios que recibía antes de que estallara la pandemia de la Covid-19 a principio de 2020 como promedio 26 millones visitantes al año.
Ese flujo dejaba al país una derrama de 22 mil 200 millones de dólares en ingresos, indican estadísticas oficiales.
Debido a la pandemia los arribos se desplomaron de 26.1 millones en 2019 a cuatro millones 332 mil 722 en 2020, cifra que tocó fondo en 2021 con tan solo 134 mil 728 turistas que pisaron suelo malasio.
Akbal Setia explicó que su país está enfrascado en impulsar la industria de los viajes a fin de volver a los flujos pre-pandemia. Esta nación del sudeste asiático se vio obligada como muchas otras a cerrar fronteras en 2020 y durante 2021, lo cual resultó un duro golpe a este sector.
Ya en 2022 cuando comenzó a reabrir las puertas el monto de visitantes subió a casi 3 millones, cifra aun insuficiente pues representa sólo 12 por ciento de los arribos en 2019. Autoridades del sector señalaron que el 2023 comenzó más auspicioso y gracias a ingentes esfuerzos promocionales aspiran a alcanzar 16 millones de arribos.
El vicepresidente de Turismo para las Américas de Malasia recordó que como medida sanitaria primero abrieron establecimientos del destino de Langkawi, que se convirtió en una gran burbuja donde los viajeros debían permanecer 17 días antes de poder pasar a otros polos vacacionales.
Ejecutivos de la industria estiman -dijo- que Malasia podrá recuperar el flujo turístico existente antes de la pandemia en otros dos años.
Como especialista del área, Akbal Setia comentó que el principal mercado emisor en las Américas es Estados Unidos, en tanto de Latinoamérica son Brasil, México, Argentina, Colombia y Chile.
“Nos gustaría tener aunque fuera un grupo muy pequeño desde Cuba, y que viajeros malasios disfruten de los destinos que posee la isla, y así iniciar una nueva era en nuestros nexos bilaterales en el turismo”, acotó el funcionario.
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