Así lo manifestó la ministra de Comunicaciones, Mayra Arevich, quien explicó que este proceso avanza en la región occidental del país con resultados satisfactorios hasta la fecha, con una infraestructura que incluye 208 transmisores digitales, 153 de ellos en definición estándar y 55 en alta definición.
En una intervención ante la Comisión de Atención a los Servicios de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP, Parlamento), la titular indicó que como resultado de esta implementación se retiraron de servicio 52 transmisores analógicos, lo cual permite al sistema eléctrico nacional dejar de consumir 520 MWatts anuales.
Ante los diputados de ese grupo parlamentario, Arevich recordó que en junio de 2011 se firmó el memorando de entendimiento entre la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China y el Ministerio de Comunicaciones de Cuba.
Este paso fue para impulsar la televisión digital terrestre en la isla, iniciativa financiada fundamentalmente por tres donativos del gigante asiático con valor de más de 25 millones de dólares en total.
Reconoció que, en la actualidad, existe un retraso en la implementación, inicialmente prevista para concluirse en un periodo de 10 años, debido al impacto de la pandemia de la Covid-19 y la situación económica financiera actual.
Sin embargo, en declaraciones a Prensa Latina, apuntó que esperan tener una sostenibilidad en el cumplimiento del proyecto. “Ya se hizo la transición en Pinar del Río, Artemisa, La Habana y Mayabeque, nos preparamos para hacer lo que nos falta en Matanzas, y estamos trabajando para continuar en 2024 en la región central y en 2025 en la oriental”, precisó.
Todo este proceso, remarcó, traerá numerosos beneficios, como el aumento de la calidad de la señal; la liberación de la banda de 700 Mhz, que permitirá a la compañía de telecomunicaciones Etecsa utilizarla en el despliegue de las redes de banda ancha móvil de cuarta generación (4G); y el mencionado ahorro de energía.
A ello se suma la disminución del gasto de mantenimiento por la sustitución de tecnologías obsoletas e ineficientes, el incremento de la cantidad de canales digitales y una mayor la penetración de la telefonía celular en los hogares, entre otras ventajas.
Sobre las cajas decodificadoras necesarias para este proceso, cuya disponibilidad genera preocupaciones en la población, Arevich informó que desde el inicio del programa hasta la fecha se comercializaron tres millones 494 mil aparatos de ese tipo y televisores híbridos.
De acuerdo con la información brindada a los legisladores, a causa de la falta de financiamiento, el pasado año la industria nacional no pudo producir las citadas cajas, pero este año se comenzó la producción de unas 26 mil, que permitirán el desarrollo del proyecto en Matanzas.
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