Así lo afirma un comunicado publicado por el ministro de Asuntos Exteriores, Tobias Billström, en referencia al asalto en la pasada madrugada de la misión diplomática sueca.
La jornada anterior a las 02:00, hora local, manifestantes asaltaron la embajada sueca en Bagdad y parte de la oficina fue tomada, destrozada e incendiada, indica la declaración.
De acuerdo con el documento, el personal de la embajada sueca logró escapar del recinto y el Gobierno considera actualmente qué medidas adicionales deben tomarse en relación con el incidente
Según fuentes locales, el incendio de la embajada sueca en Bagdad ocurrió tras un mensaje sobre el permiso policial para una nueva acción de quema del Corán frente a la embajada iraquí en Estocolmo.
El anterior tuvo lugar en la plaza Medborjarplatsen el 28 de junio, cuando los musulmanes de todo el mundo celebraron el Eid al-Adha, una de las principales fiestas religiosas.
Durante la manifestación, Salwan Momika, un inmigrante iraquí de 37 años, arrancó páginas del Corán y le prendió fuego, lo cual provocó protestas en todo el mundo, y obligó a su organizador a vivir en un lugar secreto bajo la protección de agentes del orden público.
Por otro lado, la embajada de Suecia en Bagdad suspendió hoy sus operaciones hasta nuevo aviso tras el incendio provocado, según un informe publicado en la web oficial de Exteriores.
En relación con las manifestaciones que tuvieron lugar frente a la misión diplomática sueca en Bagdad el 29 y 30 de junio, así como el 20 de julio, la embajada está cerrada a los visitantes hasta nuevo aviso, refiere un comunicado.
La emisión de pasaportes y el procesamiento de documentos de emergencia se han suspendido, añadió el documento.
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