Decenas de personas acudieron este viernes en la funeraria Casa Girón, en Quito, a darle el último adiós al intelectual, comprometido con las mejores causas de la cultura y la política, cuyo sepelio tendrá lugar mañana.
Galarza dejó un legado literario de más de 20 obras publicadas, entre ensayos, poesías, y otros textos de no ficción, como «El Festín del Petróleo» y «Piratas en el Golfo».
Su compromiso político lo obligó a exiliarse fuera de Ecuador en la década de 1960 y uno de los países donde estuvo fue Cuba, donde trabajó desde La Habana para la agencia de noticias Prensa Latina entre 1964 y 1965.
Años después, sus ideas constituyeron una guía en las relaciones entre Ecuador y la nación caribeña, sobre todo para reforzar la solidaridad, afirmó Edgar Ponce, quien fuera embajador ecuatoriano en la isla.
En conversación con esta agencia, Ponce resaltó que Galarza dedicó su obra a levantar esa relación con Cuba “de manera inconmensurable”.
Justamente uno de sus libros más recordados hoy es «La CIA contra América Latina”, texto escrito junto al periodista Francisco Herrera, donde desnudan los siniestros detalles de la intervención de la agencia de inteligencia estadounidense en Ecuador.
En esa obra, cuya base es una entrevista al agente estadounidense Philip Agee, Galarza y Herrera revelaron cómo Ecuador ingresó al Plan Cóndor en 1983 para debilitar y dividir a las fuerzas progresistas y para reducir el impacto de las relaciones con Cuba.
Galarza fue un soñador y un ejemplo de soberanía y antimperialismo, su lucha abrió caminos para consolidar más las relaciones tanto con la nación cubana como con otros países progresistas, destacó Ponce.
Según rememoró el exdiplomático, el escritor, merecedor del premio Eugenio Espejo en 2007, estuvo muy cerca de procesos importantes en el ámbito nacional, como el caso de la Revolución Ciudadana (RC).
Se nos fue un ícono ¡Hasta la victoria siempre, maestro y compañero Jaime Galarza! Por ti, vamos a vencer”, expresó en Twitter el expresidente y líder de la RC, Rafael Correa.
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