De Saá nació en La Habana el 23 de julio de 1941 y devino forjadora del actual sistema de enseñanza de la Danza en Cuba.
Siguiendo los pasos de los históricos maestros Alicia Alonso, Fernando Alonso y Alberto Alonso, la metodóloga y profesora conocida por sus discípulos como Chery ha contribuido a hacer posible el sueño del ballet clásico en Cuba y también en América Latina.
De Saá es Doctora Honoris Causas en Artes y fue reconocida en 2006 con el Premio Nacional de Danza.
Entre otros lauros ostenta las distinciones por la Cultura Nacional y por la Educación Cubana.
Internacionalmente es reconocida como pedagoga y conferencista, ha impartido cursos para profesores y ha sido jurado de importantes concursos.
En su vasta trayectoria fue electa miembro del Comité de Expertos del Premio Mundial de la Danza que auspicia el Principado de Mónaco.
En Cuba ha liderado instituciones y labores decisivas en la formación de niños y jóvenes bailarines, y hoy muchos profesionales que llevan su impronta integran filas de las más grandes compañías danzarias en el mundo.
Su magisterio se reveló con éxito en términos de enseñanza, proyección y ejecución.
Uno de sus más famosos alumnos, el bailarín Carlos Acosta, director de la compañía Acosta Danza, quiso rendirle homenaje bautizando el único salón de ensayos de su agrupación con el nombre Salón De Saá.
Para Acosta, la maitre es como su segunda madre, según confesó públicamente, y fue su principal mentora en los inicios de su carrera.
En su época de bailarina, de Saá fue discípula de Alicia Alonso y realizó sus estudios en la Academia Alicia Alonso, en el que también recibió clases de los maestros Maga González, Mary Skeping, Ana Ivanova y José Parés, entre otros.
Formó parte en 1954 de la primera gira internacional del Ballet Alicia Alonso en un recorrido artístico por las más importantes plazas danzarias de América Latina.
En 1957 y 1958 de Saá bailó exitosamente en las temporadas del Teatro Griego de California, según recuerda el sitio danzaballet.com.
Bailarina fundadora del Ballet Nacional de Cuba (1959) se convirtió en una de sus principales figuras jóvenes junto a Loipa Araujo, Mirta Plá, Josefina Méndez, Aurora Bosch y Margarita de Sáa (su hermana).
Alcanzó la categoría de solista e interpretó los principales papeles de las obras del repertorio de ballet internacional.
Una lesión, entonces incurable, la fue alejando paulatinamente de las tablas hasta su retiro como bailarina activa en 1966, tras 12 años de intenso trabajo interpretativo.
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