Las cenizas del general de cuerpo de ejército Julio Casas Regueiro y del general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja fueron depositadas en el Mausoleo del Segundo Frente Oriental Frank País, informó la televisión nacional.
Ambos altos oficiales, de generaciones diferentes, estuvieron unidos en el empeño de hacer realidad proyectos para el desarrollo de la Revolución.
Frente al monolito que guarda los restos, familiares, amigos y compañeros de lucha acompañaron los honores rendidos a quienes en vida estrecharon una entrañable amistad, apuntó el reporte televisivo.
En la despedida de duelo, el primer ministro Manuel Marrero destacó la cercana relación que existió entre el veterano guerrillero rebelde, quien llegó a ser ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y el joven e inteligente oficial, a quien le confiara complejas misiones y tareas.
Resaltó la labor de ambos en los momentos del llamado período especial, bajo la orientación directa de Raúl Castro, de las FAR y su sistema empresarial, donde desempeñaron un rol determinante en la economía y la defensa del país.
En ese escenario, la necesidad de aplicar nuevas fórmulas demandó inteligencia, sagacidad, audacia y creatividad, cualidades presentes en ambos, recordó Marrero.
En sus palabras, el jefe cubano de Gobierno destacó las cualidades y virtudes de los dos combatientes revolucionarios.
A la ceremonia solemne asistieron también el secretario de Organización del Partido Comunista de Cuba (PCC), Roberto Morales; el ministro de las FAR, general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera; y el titular del Interior, general de división Lázaro Alberto Álvarez Casas, entre otros miembros del Buró Político del PCC.
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