En el siglo pasado, de acuerdo con datos consultados, se incrementó en la zona la extracción de piedra caliza lo cual le confirió el llamativo nombre.

José Ángel Rodríguez, directivo del proyecto, ofreció detalles a Prensa Latina sobre los comienzos de este emprendimiento y comentó que la zona carece de barro pero en cambio hay varios tipos de arcilla, y con tres de ellos hicieron ladrillos para mejorar las viviendas de los campesinos.

Desde hace algunos años La Picadora recibe turistas, sobre todo europeos, en particular de Francia y Bélgica, para fomentar el intercambio cultural y la actividad económica en busca del desarrollo agrícola.

Habló de las alianzas con universidades como las de Sancti Spíritus, Villa Clara y La Habana, incluso con los centros de Ingeniería Genética y Biotecnología de la capital del país y el que radica en la provincia para el cultivo de soya de forma tradicional.

Los turistas vienen a través de Ecotur, agencia que comercializa el turismo de naturaleza, y aprovechamos las potencialidades de la Empresa Flora y Fauna Sancti Spíritus como Rancho Querete, Los Álamos y el Pelú de Mayajigua, pero también las del Parque Nacional Caguanes, precisó.

Titi es, además, delegado desde 1993 de la circunscripción 70, perteneciente al Consejo Popular Mayajigua, y desde el primer Taller de Arqueología “aprendimos de geología, biología, calidad del agua, aparecieron sitios arqueológicos y paleontológicos”.
“Cambió la mentalidad del campesino que se interesó por la cultura”, precisó.
En un área a la entrada de la casa una vitrina de cristal permite leer: Muestras Arqueológicas, las cuales asegura Titi fueron encontradas por el joven campesino Alexander Valdivia. Al fondo están un Aula Laboratorio y una Biblioteca comunitaria.
Al fondo se alza un sitio-homenaje al destacado científico cubano Gilberto Silva Taboada (1927-2022) “donde conservamos un par de zapatos usados por él, un reloj, restos de un tabaco que se fumó aquí y un ladrillo donde estampó su firma”, expresó.
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