La salida de la hermosa criatura hacia el centro de reproducción en Chengdu debió producirse hace casi un mes vía el aeropuerto alemán de Fráncfort, pero trámites administrativos la dilataron, y el largo viaje iniciará este martes en un camión climatizado, a través del principal aeródromo galo, el Charles de Gaulle.
Yuan Meng vino al mundo en agosto de 2017 y su misión es mantener el proceso de recuperación de una especie que estuvo en peligro de extinción, tarea en la que lo acompañará una hembra con la que no tiene parentesco.
Ayer el Panda se despidió del público francés en el zoo de Beauval, donde quedan cuatro de estos osos, ocasión en la que estuvo el embajador chino en París, Lu Shaye.
No estén tristes, quedan cuatro aquí y en uno o en pocos años seguramente tendrán a otros, dijo en tono de consuelo el diplomático.
El viaje de Yuan Meng se producirá bajo una estrecha vigilancia, tanto de seguridad como por los cuidados necesarios para que esté bien de salud.
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