Museveni agregó que el negocio del café en el mundo es de 460 mil millones de dólares, sin embargo, África recibe solo dos mil 500 millones de ese volumen, de los cuales a Uganda le tocan 800 millones, a pesar de producir 280 mil sacos del grano al año.
“Alemania es un país que no produce ni cultiva café, pero anualmente gana más con el café que todos los países africanos juntos, pues contabiliza seis mil 800 millones de dólares. Discutimos con nuestros colegas africanos a que se debe ese problema, y consideramos que es una forma moderna de esclavitud», afirmó.
Según Museveni, África ha caído en una trampa. «Producimos materias primas, productos agrícolas, minerales, pero no fabricamos productos con valor añadido”.
Un kilo de café crudo cuesta 2,5 dólares, el tostado que se produce fuera de África cuesta 40 dólares. Todo este valor añadido se genera fuera de África. Éste es un problema que ha impedido el crecimiento de África», explicó.
San Petersburgo acoge el 27 y el 28 de julio la segunda cumbre Rusia-África y en paralelo celebra un foro económico y humanitario. El lema es «Por la paz, la seguridad y el desarrollo».
mem/gfa