Los jóvenes fueron capturados como resultado de una delación y acribillados a balazos brutalmente por el cuerpo represivo de Batista en Santiago de Cuba, donde cada vez ganaba más fuerza la resistencia ciudadana.
Con la muerte de Frank País, el Movimiento 26 de julio perdió a su Jefe de Acción y Sabotaje y a la vez a uno de sus más excepcionales combatientes cuya integridad, inteligencia y valor lo hicieron merecedor de la admiración de todos los que le rodeaban.
País organizó el alzamiento del 30 de noviembre en Santiago de Cuba en apoyo a los expedicionarios del yate Granma, que desembarcaron el 2 de diciembre de 1956 cerca de la playa Las Coloradas.
Al enterarse de la muerte del joven, el líder de histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro lo calificó como “el más valioso, el más útil, el más extraordinario de nuestros combatientes”.
El 31 de julio de 1957, durante su sepelio se produjo una manifestación popular en Santiago de Cuba, su ciudad natal, que impulsó el movimiento insurreccional en toda Cuba.
El Día de los mártires de la Revolución en el país caribeño sintetiza el perenne tributo de recordación y respeto a los más de 20 mil 000 cubanos que perdieron la vida en el empeño de derrocar al tirano Fulgencio Batista, continuidad de los que se lanzaron a las luchas por la liberación nacional en 1868 y 1895.
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