Los participantes en las demostraciones exigieron la retirada de la presencia militar francesa en el país y algunos trataron de entrar a la embajada, lo que fue impedido por el personal de custodia.
A pesar de la presencia policial, los manifestantes consiguieron arrancar la placa instalada en su puerta y prendieron fuego a una ventana de su muro exterior.
Por su parte, en un comunicado dado a conocer la víspera, los militares integrantes del denominado Consejo Nacional de Salvaguardia de la Nación (CNSP), que protagonizó el golpe de Estado, señalaron que las demostraciones fueron provocadas por la actitud desestabilizadora de algunos gobiernos occidentales, que buscan una intervención armada en el país africano.
El CNSP anunció el pasado miércoles a través de la televisión estatal, la destitución del presidente Mohamed Bazoum y la suspensión de las instituciones, así como el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno.
El comunicado militar señaló asimismo que toda intervención exterior, sea cual sea su procedencia, tendría consecuencias desastrosas e incontrolables para el país.
Este es el segundo intento de golpe que sufre el actual gobierno del país africano después de que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa contra Bazoum dos días antes de su toma de posesión.
Níger es uno de los países más pobres del mundo que sufre los efectos del cambio climático y una crisis alimentaria que afecta a millones de personas. Después de Malí y Burkina Faso, es el tercer país del Sahel afectado por más ataques de grupos islámicos radicales.
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