Según fuentes de prensa locales, los organizadores exigen la salida inmediata de todas las fuerzas extranjeras del país y el respeto a la soberanía del pueblo nigerino.
Las demostraciones tienen lugar en el día de la independencia de Níger de su antigua metrópoli colonial, Francia, que mantiene todavía allí un contingente de unos mil 500 soldados.
Por otra parte, el jefe de la junta militar, el general Abdourahmane Tchiani, pidió a la población que estuviera lista para defender al país y calificó como ilegales, injustas, inhumanas y sin precedentes las duras sanciones impuestas la semana pasada por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
Estas penas incluyen aspectos financieros y comerciales, mientras que varias ciudades nigerinas, incluida Niamey, sufren desde el pasado martes cortes de electricidad que la compañía Nigelec atribuye a la suspensión de la línea de suministro desde Nigeria.
Una junta militar denominada Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP) anunció el pasado miércoles, a través de la televisión estatal, la destitución del presidente Mohamed Bazoum, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno.
El comunicado militar señaló asimismo que toda intervención exterior, sea cual sea su procedencia, tendría consecuencias desastrosas e incontrolables para la nación.
Este es el segundo intento de golpe que sufre el actual gobierno del país africano, después que el 31 de marzo de 2021 las autoridades nigerinas abortaran una tentativa contra Bazoum, dos días antes de su toma de posesión.
Níger es uno de las naciones más pobres del mundo, que sufre los efectos del cambio climático y una crisis alimentaria que afecta a millones de personas. Después de Malí y Burkina Faso, es el tercer país del Sahel afectado por más ataques de grupos islámicos radicales.
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