La decisión, adoptada mediante ocho decretos firmados por la jefa del Estado, afecta, entre otros, a nacidos en Ucrania entre 1958 y 2013, según el portal independiente Mfor.hu
A los afectados, seis de ellos miembros de una misma familia, les fueron retirados los pasaportes.
La prensa local vincula esta medida a la reciente decisión de Estados Unidos de endurecer las condiciones de entrada de ciudadanos húngaros.
El portavoz del Departamento de Estado de la nación norteamericana, Matthew Miller, justificó esa decisión aludiendo problemas para la seguridad nacional, presuntamente derivados de “las facilidades con las que Budapest concede la nacionalidad magiar”.
Washington critica que el Gobierno del primer ministro Viktor Orbán autorice pasaportes sin datos biométricos para cerca de un millón de personas, en su gran mayoría pertenecientes a la minorías étnicas magiares de países como Rumanía, Serbia, Eslovaquia o Ucrania.
De su lado el Ministerio de Interior húngaro calificó de venganza la limitación de viaje a Estados Unidos para los húngaros a una única entrada en el plazo máximo de un por la negativa de Budapest a entregar los datos de los viajeros húngaros con doble ciudadanía.
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