Yusley Izquierdo, presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en este territorio, encabezó la tradicional marcha hasta el cementerio local de San Juan y Martínez donde reposan los restos de Esther Montes de Oca, así como de sus hijos Luis y Sergio, ambos asesinados en 1957 por sicarios de la tiranía batistiana.
Ella y su esposo, el abogado Luis Saíz, inculcaron en ambos el ideal independentista y revolucionario, los adentraron en el pensamiento del apóstol cubano José Martí y cultivaron el amor por la cultura, subrayó Izquierdo.
Cada año llegamos hasta aquí para rendir culto a la grandeza y el valor de aquellos jóvenes que apenas tenían 17 y 18 años de edad cuando fueron ultimados por sus acciones revolucionarias, afirmó.
La Jornada 13 de agosto prevé la presentación de libros, realización de conciertos y apertura de exposiciones en los que la avanzada artística cubana resalta la obra y el pensamiento de quienes signaron la historia.
Esa grandeza y valor nos acompañan y no deja de impresionarnos su altura de revolucionarios porque resumían un caudal de patriotismo alimentado por las enseñanzas martianas y por la herencia recibida de los ancestros, apuntó el presidente de la AHS en Pinar del Río.
La conmemoración prevé, además, un concierto en la noche del 13 de agosto frente al monumento erigido en el lugar donde fueran masacrados en San Juan y Martínez y el intercambio con comunidades e instituciones para ahondar en el pensamiento y en la obra de quienes son paradigmas de la juventud cubana.
Luis y Sergio Saiz integraron las filas del Movimiento 26 de Julio que encabezara el líder de la Revolución cubana, Fidel Castro. El 13 de agosto de 1957 cuando pretendían saludar el cumpleaños del joven abogado con una acción revolucionaria, fueron ultimados a balazos.
San Juan y Martínez, la localidad pinareña, cada año rinde culto a aquellos que aseguraran no tener más que sus vidas avaladas con la honradez de un pensamiento justo y una obra inmensa que realizar, y como ofrenda de devoción y desprendimiento la depositaron en los brazos de la Revolución cubana.
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