María Chen, estudiante de español en la década de 1960, dijo a Prensa Latina que Fidel es un héroe nacional único, muy querido y respetado por el pueblo de China.
Por su parte, Aurora Lin Hai, lamentó no haberlo conocido personalmente cuando vivió como diplomática en el país caribeño y celebró la visión del líder para estrechar los vínculos entre las dos naciones.
«Cuba fue el primer país del hemisferio occidental en establecer relaciones con China, Fidel y nuestro presidente Mao Zedong fueron grandes Estadistas con una visión a largo plazo sobre los nexos bilaterales», comentó.
Además, subrayó a nuestra agencia que muchos ciudadanos chinos conocen la figura de Fidel Castro y sobretodo, lo relacionan con la capacidad de la isla para enfrentarse al imperialismo estadounidense a solo 90 millas.
«Posteriormente, alrededor del año 2006 Fidel estableció las becas para que ciudadanos chinos estudiaran una carrera universitaria, muchos jóvenes se beneficiaron con este programa y ayudaron después a promover aquí el conocimiento sobre Cuba y su pueblo», apuntó.
Guo Qian, residente en Beijing, comentó a Prensa Latina que desde joven ha escuchado historias fascinantes sobre el líder cubano.
«China y Cuba son muy buenos socios. Fidel Castro vivió hasta los 90 años, se puede decir que es longevidad, él era un anciano sabio y contribuyó al desarrollo de la sociedad», expresó.
Para otro ciudadano de esta capital, Ai Yuanyuan, se trata de un héroe devenido símbolo del espíritu de libertad.
Cuando falleció Fidel Castro en 2016, el presidente chino Xi Jinping dijo durante una visita a la Embajada cubana en Beijing que se trataba de una figura trascendental: «sus ideas y hazañas están inscritos en los anales de la historia para siempre».
En aquella ocasión, Zeng Guanying, excorresponsal de Xinhua en La Habana, comentó a Prensa Latina que lo más notable era la profundidad del pensamiento: «su estilo, personalidad y moral eran singulares en todo el mundo», enfatizó.
El 2 de septiembre de 1960 delante de más de un millón de cubanos, Fidel Castro instó a romper relaciones con el gobierno de Taiwán para establecer vínculos diplomáticos con la República Popular China de Mao Zedong.
Desde entonces los nexos bilaterales han aumentado gradualmente hasta abarcar en la actualidad diversos sectores.
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