El tributo, motivado por el coincidente natalicio, ocupa una página del periódico y lleva la firma del periodista, Gustavo Espinoza, exdiputado, luchador social y activista de la solidaridad internacional.
El texto destaca que Fidel Castro y Tomás Borge, además de ser revolucionarios, “fundaron sus propios movimientos, buscaron caminos independientes y construyeron nuevos modelos de desarrollo para sus pueblos”.
“Pasaron a la posteridad, recogiendo la voluntad de lucha de millones, y tuvieron la satisfacción del deber cumplido”, añade.
Al reseñar la biografía del líder cubano, señala que, tras la victoria revolucionaria de 1959, su vida fue “una sucesión de batallas; todas emprendidas en el afán supremo de servir los intereses de su pueblo” y por eso enfrentó a los enemigos más poderosos y crueles, las grandes corporaciones y el imperio.
Añade que, con el heroísmo de su pueblo, Fidel alcanzó uno a uno todos sus objetivos, entre ellos la libertad de cinco héroes cubanos injustamente presos durante más de 15 años en Estados Unidos.
“Fidel pasó a la historia como un ideólogo, un revolucionario, un estadista, un combatiente ejemplar, una figura de leyenda” con proyección latinoamericana y mundial, dice Espinoza.
Destaca por otra parte la lucha de Tomás Borge como uno de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, lucha que define como una larga cadena de horror y de violencia, de lucha infatigable pero también de muerte y de torturas.
Agrega que en esa lucha “Tomás fue un sobreviviente, estuvo largo tiempo en la prisión, encapuchado y engrilletado pero jamás se dejó someter, ni doblegar” y tras la victoria asumió funciones de gobierno que cumplió en forma ejemplar.
“Tomás Borge fue ministro, escritor, político y diplomático. Pero, sobre todo, fue un hombre de combate abierto, de ideas definidas, perfiles propios” y de principios nobles, elevados proyectos, arraigadas convicciones, resalta.
Espinoza señala que las luchas de los pueblos de Nuestra América son parte de un legado de futuro en el que los nombres de Fidel Castro y Tomás Borge alumbrarán con brillo propio.
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