Los casos de “sicariato” (asesinato por encargo) son expresión de ese flagelo y subieron, de 54 en 2018, a 320 durante el pasado 2022, año del máximo pico hasta ahora, precisó el criminólogo en el artículo del diario respecto a los problemas que asumirá frente a su equipo el presidente electo, Santiago Peña.
“Tenemos un avance gradual, ya no es un problema fronterizo, sino nacional y, por tanto, exige un abordaje en ese sentido”, expresó el estudioso, quien explicó cómo esos homicidios pasan de las fronteras hacia la capital y el centro del país.
La mayoría de esos homicidios por contrato durante el citado lustro fueron en el Departamento norteño de Amambay, limítrofe con Brasil, pero los registrados en Asunción y Central son tantos que se ubican en la segunda posición, según el Atlas de Violencia, Corrupción y Crimen Organizado, citado por Martens.
El criminólogo, quien considera que el “sicariato” debe enfrentarse con un mayor control integral del crimen organizado, argumentó que “primero hay que reducir los envíos de cocaína, la plantación y venta de marihuana, el tráfico de armas y de seres humanos, porque todo eso está relacionado”.
“En contraste con el clima favorable de negocios –estima el diario Última Hora- el gabinete de Peña que asume mañana deberá afrontar la inseguridad, en general, entre los desafíos importantes desde el inicio de su gestión”.
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